La creación de la lámpara involucró una cuidadosa selección de materiales para garantizar tanto su durabilidad como su estética. En primer lugar, se optó por la madera de guayacán, conocida por su resistencia y belleza natural, la cual fue lacada con barniz brillante para realzar su color y proporcionar protección contra el desgaste. Para la caperuza, se utilizó papel cuero, un material flexible y resistente que añade un toque de textura y sofisticación al diseño. El componente lumínico consiste en un bombillo de luz cálida de 4W, elegido específicamente para crear una atmósfera acogedora y relajante. Para ensamblar los diferentes elementos, se empleó colbón para madera, un adhesivo fuerte y duradero. Además, la lámpara cuenta con un interruptor para facilitar su funcionamiento y ajustar la iluminación según las necesidades del usuario. Este meticuloso uso de materiales y detalles de diseño asegura que la lámpara no solo sea funcional, sino también estéticamente atractiva y duradera.